La ciencia avanza y con ella las técnicas de reproducción asistida se perfeccionan reduciendo cada vez más el margen de error. Pero, sobre todo, incrementando la posibilidad de lograr una gestación y nacimiento exitoso, que resulte en un menor impacto emocional para los padres y para el bebé.
Actualmente existen métodos que permiten que las mujeres puedan preservar la posibilidad de quedar embarazadas. Ya sea porque tomen la decisión de postergarlo por motivos de salud o simplemente por una decisión personal o de pareja. Esta técnica de reproducción asistida se conoce como crio-preservación ovocitaria, vitrificación o congelamiento de óvulos no fecundados.
El congelamiento de óvulos no fecundados es un método que ha tenido un gran auge a través de los años debido a que acerca a las mujeres que toman esta decisión la posibilidad de tener células con calidad biológica en reserva, con el fin de eventualmente ser fecundadas y lograr la gestación.
La crio-preservación ovocitaria por el método de vitrificación es el más novedoso de los dos procesos de ésta técnica. Por medio de éste método los óvulos se congelan al someterse a una disminución de temperatura extremadamente veloz, lo cual permite que en un sólo instante pasen de temperatura ambiente a temperatura de nitrógeno líquido (-196°C) para su conservación y almacenamiento. Además, la rapidez del proceso evita que se formen cristales de hielo dentro del óvulo.
Esta técnica de reproducción asistida minimiza e incluso elude varios inconvenientes que presenta su antecesor. El método de congelación por curva lenta, también conocido como congelación tradicional, presenta complicaciones por la formación de cristales de hielo intra y extracelulares, lesiones por enfriamiento y toxicidad de los crio-protectores.
A pesar de que el método de congelación por curva lenta ha sido perfeccionado (congelación lenta modificada) se ha comprobado que en algunos casos se necesitan hasta 100 óvulos para lograr un nacimiento. Esto se debe a que la probabilidad de que exista daño irremediable en la célula es mayor. Por lo tanto, el método de vitrificación se plantea ya como una realidad alentadora y exitosa en las técnicas de reproducción asistida.
Existen diferentes motivos por los cuales una mujer o una pareja deciden someterse a un programa de crio-preservación ovocitaria como tratamiento de reproducción asistida.
Por ejemplo, la nobleza del tratamiento permite a las mujeres con enfermedades autoinmunes que se someten a medicamentos tóxicos, conservar sus óvulos no fecundados y tener la posibilidad de lograr un embarazo una vez curada la enfermedad. Tal es también el caso de las mujeres con cáncer que se someten a quimioterapia y corren el riesgo de perder la fertilidad debido a una menopausia prematura.
En conclusión, si bien congelar los óvulos para posteriormente fecundarlos no garantiza un embarazo, sí fortalece la ilusión de aquellas mujeres embarazadas con cáncer que desean formar una familia.
En este procedimiento, a diferencia de la crio-preservación de embriones, los óvulos extraídos no se fertilizan inmediatamente después de la extracción. Por lo tanto, en caso de que en el futuro se logre un embarazo de manera natural o se decida no utilizar los óvulos, resultaría igual a que hubieran sido desechados con el tiempo por el propio organismo de la mujer.
Existen muchos enfoques desde los que se puede hablar sobre este tema ya que es muy amplio. Por eso, si usted tiene algún comentario o pregunta no dude en contactarnos.
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