Un grupo de investigadores perteneciente a la Universidad de Queens trabajó en la creación de una versión sintética de la proteína PAWP, originada en el esperma. Esto ha abierto la esperanza para muchos hombres cuyo esperma no puede iniciar o inducir la formación de un embrión en el óvulo. Este descubrimiento ha abierto toda una serie de expectativas que pronto serán contestadas por las nuevas investigaciones que se están haciendo sobre la PAWP.
La proteína PAWP puede inducir el desarrollo de un embrión en óvulos humanos de la misma manera que el esperma lo hace durante la fertilización, es la conclusión que el jefe del equipo investigador, el Dr Richard Oko (Doctorado en Ciencias Moleculares y Biomédicas) ha declarado sobre las funciones que cumple esa proteína en el tratamiento de la infertilidad masculina. No sólo será posible tratar la infertilidad con este método si no que se la podrá diagnosticar con más certeza. Según las cifras globales, la población fértil mundial (hombres y mujeres en pareja) sufre de una tasa del 10 a 15 por ciento de problemas de fertilidad. Cualquier innovación o mejora siempre será bienvenida por las personas que encuentran dificultades en engendrar o concebir y, al parecer, ésta es una de las más importantes de los últimos tiempos.
Los hombres con problemas de fertilidad tienen un bajo conteo de espermatozoides, en otros casos, la calidad de los mismos no es óptima, también es muy importante la baja movilidad de los espermatozoides. Entre todas estas causas pueden incluirse problemas físicos como el varicocele u otros deficiencias de conformación del aparato genital masculino, problemas relacionados con enfermedades crónicas (diabetes, presión alta, asma, etc) que repercutirán en la salud general del paciente. Aunque todavía quedan muchas incógnitas alrededor de ciertos factores que no se han aclarado debidamente, la proteína PAWP podría ayudar a descubrirlos.
Actualmente, los hombres considerados infértiles o con problemas para engendrar cuentan con métodos como cirugía correctiva (varicocele, problemas genitales, etc.); tratamientos especializados como la FIV (Fecundación in Vitro), que permite manipular el material genético del padre y la madre para conseguir una mayor tasa de éxito en lograr el embarazo. A todo este arsenal se unirá el uso de la proteína PAWP sintética como estimulante del óvulo.
Los tratamientos contra la infertilidad masculina se hacen inyectando un solo espermatozoide en un óvulo. Como la proteína PAWP cumpliría la importante función de inducir al óvulo para formar un embrión, se utilizaría ésta como suplemento y complemento del método anterior nombrado en un futuro cercano. Según fuentes acreditadas, sólo el 37 por ciento de los tratamientos cíclicos en hombres y mujeres consiguen un embarazo exitoso. Múltiples son los factores a incluirse en estos resultados negativos, tanto ambientales, psicológicos, económicos y físicos, pero entre ellos se incluye la incapacidad de fertilizar el óvulo e iniciar el ciclo de divisiones que termina en un embrión. La proteína actuaría como marcador molecular en los nuevos sistemas de diagnosis que se diseñarían para estudiar la capacidad y fertilidad de los espermatozoides frente al óvulo.
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