La infertilidad es uno de los temas centrales de la salud pública mundial; se calcula que en Estados Unidos un 15 por ciento de las parejas en edad reproductiva están afectadas por ella. La tasa varía de país en país, pero manteniendo a un nivel relativamente alto. En estos casos la tasa de infertilidad debida al factor masculino es de un 40% al 50%, y las causas suelen ser idiopáticas, es decir, de origen poco claro o desconocido. En general se refieren al hallazgo de uno o más parámetros que no pueden ser identificados en lo que respecta al semen y a su entorno fisiológico. El varicocele es uno de los elementos de este entorno.
El varicocele es una de las causas más comunes que se relacionan con la infertilidad masculina. Se trata de la dilatación de las venas que están en el cordón espermático, que impide el flujo normal de la sangre produciendo inflamación y dilatación.
Su peso como causante de problemas de fertilidad está objetivamente demostrado, aunque no en todos los casos la resolución del varicocele lleva al embarazo. Por eso, en los últimos tiempos se ha resaltado que dentro de la Andrología (rama de la medicina que se dedica a estudiar y tratar los problemas del aparato reproductor masculino y su relación con el resto de las funciones orgánicas) que no siempre la existencia de varicocele conduce a problemas reproductivos en la pareja.
Muchos expertos en reproducción humana creen que la reparación del varicocele debe aplicarse solo a un grupo de pacientes con problemas de fertilidad que hayan sido cuidadosamente seleccionados.
Hay que tener en consideración que un paciente no es un ser aislado y, especialmente en estos casos, hay que tomar como factor influyente en la consecución del embarazo a la pareja del paciente, su edad y estado físico general. Los factores que deben considerarse para operar el varicocele son, entre otros, los siguientes:
Otra comparación interesante es la de la efectividad de la inyección intracitoplasmática de esperma para superar los problemas de fertilidad, ya que los beneficios de la operación y su efectividad podrían compararse con la operación de varicocele. La relación costo- beneficio y la falta de riesgos durante la cirugía hace que la inyección ICP sea una opción para conseguir un resultado positivo en casos donde la motilidad de los espermatozoides está reducida por la presencia de varicocele.
El desarrollo de la la inyección intracitoplasmática como método selectivo en caso de infertilidad masculina severa ha hecho cambiar el enfoque de muchos especialistas en el tema sobre operar o no el varicocele. Sin embargo, esta decisión debe estar siembre basada en la relacion costo beneficio para el paciente. En general, es más agradable y provechoso para las parejas probar con la operación en primera instancia para conseguir un embarazo exitoso. Reservar la inyección ante el fracaso de la operación es lo más lógico cuando se busca que la intervención en la pareja sea la mínima para obtener el embarazo deseado.
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