El cultivo prolongado de los embriones durante los cinco días siguientes a la fecundación, nos permite realizar una mayor selección sobre los embriones que posteriormente se van a transferir al útero.
Esto es así, porque algunos embriones bloquean su división al tercer día de desarrollo. Con esta técnica aseguramos que los embriones transferidos hayan superado este bloqueo, con lo que aumentamos así la tasa de implantación del embrión, y por tanto la tasa de gestación en fecundación in vitro.
El embrión en día 2 ó 3 tras la fecundación, está formado por cuatro u ocho células y una zona pelúcida, que es una especie de envoltorio que protege al embrión en sus primeros días de desarrollo, y se rompe el sexto día para que el embrión pueda salir e implantarse en el endometrio o pared uterina.
En algunos casos, y debido a diferentes causas, esta eclosión no se produce de forma natural. Para solucionar este problema podemos aplicar la eclosión asistida, que consiste en realizar un pequeño orificio en la zona pelúcida previamente a su transferencia, para facilitar así su eclosión el sexto día tras la fecundación, proporcionándonos así una mayor tasa de implantación embrionaria y por tanto de gestación. En CONCIBE contamos con la tecnología Láser para la seguridad de este procedimiento.
La remoción de fragmentos se aplica a aquellos embriones que tienen una gran cantidad de fragmentos entre sus células lo cual impediría su normal desarrollo hasta la etapa de Blastocisto.
Estas dos técnicas se aplican en aquellos casos en los que se han producido fallos previos de implantación, en los que la calidad y desarrollo de los embriones no es el adecuado, en los que la edad de la paciente es elevada, en aquellos casos en los que la zona pelúcida del embrión se encuentra anormalmente engrosada y/o cuando el embrión contiene muchos fragmentos.