¿Qué diría usted si un especialista en fertilización asistida le dijera que sus hijos/as han nacido gracias a la música de Mozart, de Vivaldi o, por qué no, la de AC/DC o Nirvana? ¿Lo creería? O mejor, ¿qué música elegiría usted si tuviera la posibilidad?
Pues bien, todas estas preguntas seguramente sean formuladas en el Institut Marquès de Barcelona (España) luego de que Laura y Marta se hayan convertido en las dos primeras niñas en ser fecundadas bajo el tratamiento de una Fertilización in Vitro “motivada” por vibraciones musicales.
Es que, según la Dra. Marisa López-Teijón, Jefa de Reproducción Asistida del Institut Marquès y principal autora del estudio, “Las vibraciones de la música remueven los medios de cultivo en los que se encuentra el ovocito, producen un reparto más homogéneo de los nutrientes que necesita y evitan que se acumulen los productos tóxicos. Todo ello comporta una mejora del 5% de la tasa de fecundación, es decir, de las posibilidades de que el espermatozoide fecunde el ovocito”.
De esta manera, las vibraciones musicales imitan los movimientos naturales que se dan en el útero materno para facilitar el encuentro del óvulo con su espermatozoide. Técnica que, en efecto, ha repercutido en un gran éxito: ya son 327 mujeres en Europa las que tienen en sus vientres bebés fecundados a puro ritmo y sabor. Vibraciones de Mozart, Vivaldi, Bach, AC/DC, Metallica, Nirvana pasando por Michael Jackson, Madonna, Amaral, Serrat, entre otras, son las que suenan en el laboratorio.
A pesar de que resultan ampliamente conocidos los efectos de la música en los embarazos y de que el sentido auditivo, justamente, es uno de los primeros sentidos en formarse en el feto y que incluso el/la recién nacido/a es capaz de identificar a su madre por su voz, en el caso de las vibraciones musicales en el entorno de cultivo no podríamos hablar de sentido auditivo estrictamente pues, el ovocito carece aún de su órgano correspondiente.
Sin embargo, resulta inevitable no pensar de qué manera la música influirá en estos bebés cuyo génesis estuvo vibrando al compás de alguna pieza musical. Por ahora, sólo sabemos que tanto Martita como Laurita, las dos primeras bebés en ser fecundadas con esta técnica, resultan de más encantadas con la música y sus efectos. Por lo menos, así lo expresan sus padres quienes dicen que, sus niñas, apenas oyen música comienzan a bailar y que les encanta el sonido de todo tipo de instrumentos.
A modo de conclusión, entonces, podríamos reflexionar sobre lo importante que puede ser la música en el proceso de gestación y que, además, las técnicas de reproducción asistida para nada pueden resultar en fríos procedimientos científicos que sólo operan fórmulas o datos objetivos. No olvidemos que, sin que la ciencia deje de ser ciencia, el misterio de la vida aún se cocina en secreto.
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