La Sociedad Española de Fertilidad (SEF) calcula que entre el 25% y el 65% de las personas que acuden a un tratamiento de reproducción asistida reflejan algún síntoma psicológico significativo como la ansiedad, culpabilidad, ira o estrés, los cuales podrían minimizarse si el tratamiento se complementa con ayuda psicológica.
Cuando la pareja o la madre decide buscar alternativas de reproducción asistida, significa que ya han aceptado la infertilidad o esterilidad. Como en todo duelo, para llegar a la aceptación se deben vivir las cuatro etapas previas que, según el modelo de Kübler-Ross, son: negación, ira, negociación y depresión.
Psicológicamente, comenzar un tratamiento de reproducción asistida no es el inicio del camino hacia la concepción; para llegar a tomar finalmente la decisión, la pareja ya ha vivido un proceso emocional agotador.
Cuando se comienza un tratamiento de reproducción asistida, es necesario considerar que se vivirán distintas fases de ilusión, esperanza, incertidumbre e incluso miedo que conllevan estrés; el cual es muy nocivo ya que dificulta el proceso. Aunado a esto, usualmente en las técnicas de concepción se emplean fármacos para incrementar la estimulación ovárica que aumentan los niveles hormonales de la mujer, pudiendo alterar más su estabilidad emocional.
Los especialistas aseguran que la ayuda psicológica y una excelente comunicación en la pareja contribuyen al éxito.
El Dr. Santiago Brugo Olmedo, director médico de la clínica Seremas (Buenos Aires) y miembro de la Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva, señala que “la buena práctica médica, en lo que respecta a asesoramiento psicológico, no sólo consiste en la explicación detallada de las técnicas de fertilidad y de las opciones reproductivas para cada caso, sino que, en la gran mayoría de los casos, es aconsejable que cada pareja se entreviste con un psicólogo especializado para compartir información y expresar todas sus dudas”.
La ayuda psicológica durante el tratamiento de reproducción asistida permite controlar las emociones que surgen naturalmente en el proceso por medio de técnicas y estrategias profesionales dirigidas por un especialista.
Además de apoyar a los padres a disfrutar más la etapa de la concepción, un tratamiento psicológico ofrece múltiples beneficios para el paciente, entre otros:
Cada persona es distinta y enfrenta las vicisitudes de la vida de manera diferente, no se trata de estar bien o mal, pero sí es necesario encaminar las emociones hacia fines positivos por medio de la ayuda psicológica para que se llegue a la meta sin dejar una huella tormentosa detrás.
No hay que perder de vista que la reproducción asistida culminará en un feliz nacimiento y quien llega merece ser recibido en un hogar lleno de amor y paz.
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