Durante muchos años, la única opción que tenían las mujeres que querían ser madres, pero sufrían de fallo ovárico prematuro, era la reproducción asistida con donación de óvulos. Hoy le contaremos en este artículo acerca de las nuevas investigaciones médicas que ya han hecho posible un embarazo efectivo. Sin dudas, una victoria ante la menopausia.
Se estima que 1% de la población femenina del mundo padece de este tipo de menopausia precoz, en la que los ovarios de mujeres menores de 40 años no producen la cantidad de estrógeno necesaria para que los folículos maduren un óvulo. Esto, lamentablemente, les impiden que conciban un hijo de forma natural a menos que reciban óvulos donados.
Mujeres con menopausia precoz tienen esperanza de fecundar con óvulos propios.
En septiembre de 2013, la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences, en su edición digital, anunció que una japonesa de 30 años, quien presentaba fallo ovárico prematuro, dio a luz un bebé sano gracias a la aplicación de una técnica de reproducción asistida llamada “activación in vitro”, desarrollada por investigadores de la Universidad de Stanford, en Estados Unidos, y de la Escuela de Medicina de la Universidad St. Marianna, en Japón.
Esta técnica “despierta” los ovarios y estimula los folículos para que expulsen un óvulo maduro, que luego será fecundado de forma in vitro.
La investigación, liderada por Aaron Hsueh, profesor de obstetricia y ginecología de la Universidad de Stanford, y Yuan Cheng, profesor de la escuela de medicina de la Universidad St Marianna, da esperanzas a pacientes con menopausia precoz que desean convertirse en madres sin utilizar una donación de óvulos como técnica de reproducción asistida.
La activación in vitro (IVA por sus siglas en inglés) es la combinación de dos técnicas que, en conjunto, logran reactivar los folículos de los ovarios y producir un óvulo maduro.
El doctor Hsueh había descubierto en una investigación anterior que las mujeres con fallo ovárico prematuro producían antes de tiempo la hormona Pten, que evita que los folículos ováricos evolucionen.
Asimismo, investigaciones previas habían concluido que al extraer un ovario (o parte de él) y hacerle incisiones o perforaciones mínimas, se estimulaban los folículos ováricos.
Al combinar el bloqueo de la hormona Pten y la fragmentación ovárica se obtuvieron mejores resultados que si se hacía solo una de las dos técnicas. Así nació la activación in vitro.
El procedimiento de activación in vitro completo comprende las siguientes etapas:
– Se extrae el ovario (o parte de este)
– Se fragmenta de forma mecánica
– Se trata externamente para bloquear la hormona Pten
– Se reimplanta cerca de las trompas de Falopio
– Se estimula con tratamiento hormonal para que los folículos evolucionen y produzcan el óvulo maduro.
La publicación explica que en 2013, mediante técnicas “poco invasivas”, los investigadores removieron los ovarios de 27 mujeres con falla ovárica prematura. Las voluntarias fueron japonesas con una edad promedio de 37 años y que habían dejado de tener ciclo menstrual en promedio desde hacía 6.8 años antes de la fecha en que se realizó el experimento. Un total de 13 de esas 27 mujeres tenían folículos residuales aun en sus ovarios.
Al finalizar el estudio clínico, 8 de estas mujeres voluntarias desarrollaron óvulos maduros, que luego fueron fecundados con el esperma de sus respectivas parejas de forma asistida (in vitro). Para 2013, una de estas mujeres estaba embarazada y otra de ellas culminó su embarazo y logró traer al mundo a un bebé sano y feliz.
“(…) Monitoreé de forma muy cercana el embarazo y, cuando el bebé estaba de nalgas, realicé yo mismo la cesárea. No pude dormir la noche antes de la operación, pero cuando vi a ese bebé sano, mi ansiedad se convirtió en felicidad. La pareja y yo nos abrazamos y lloramos. Espero que el IVA sea capaz de ayudar a pacientes con fallo ovárico prematuro en todo el mundo”, dijo a la Universidad de Stanford el Dr. Kazuhiro Kawamura, profesor asociado de obstetricia y ginecología de la Universidad St. Marianna.
Aunque la tasa de éxito fue muy baja y los investigadores advirtieron que falta mucho por estudiar para que esta técnica de reproducción asistida sea usada de forma regular, el IVA abre nuevos y esperanzadores caminos en la búsqueda de embarazos para mujeres con fallo ovárico prematuro ya que, de forma asistida, podrán concebir con sus propios óvulos.
Creemos, además, que esta investigación abre las puertas para los científicos que desean estudiar si la activación in vitro ayudaría también a mujeres que presentan menopausia precoz a causa de tratamientos contra el cáncer. Nos gustaría leer sus comentarios al respecto, o que comparta este artículo si le ha parecido interesante.
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