Algunas mujeres creen que deben hacer más ejercicio físico para estar preparadas, mientras que otras consideran que deben dejar de hacerlo por completo. Lo cierto es que, ni un extremo, ni el otro, son la respuesta. Hacer ejercicio físico moderado sería la mejor opción y de eso hablaremos en este artículo.
Muchas pacientes se acercan a la clínica de fertilidad con preguntas acerca de si deben cambiar sus estilos de vida para promover mejores posibilidades de tener éxito en la concepción. En algunos casos, ya han recibido consejos de sus seres queridos sobre este tema, entre los cuales hay certezas y también algunos mitos. Afortunadamente, en este artículo daremos respuestas y consejos honestos a las preguntas más comunes acerca de este tema.
En la mayoría de las consultas en las clínica de fertilidad se habla del tema ejercicio físico – reproducción asistida (en particular, la fertilización in vitro) en detalle, para que las pacientes sepan exactamente qué esperar durante el tratamiento. Algunas pacientes llegan a las consultas creyendo que deberían ejercitar de forma más dura para mejorar sus posibilidades de tener un niño, y en otros casos, asumen que lo mejor sería simplemente tomárselo ligeramente y evitar el ejercicio físico por completo. Lo cierto es que, como los especialistas les explican, lo mejor está entre ambas opciones.
Si se está buscando un embarazo y se han encontrado dificultades que han hecho considerar la reproducción asistida, usted debería saber que comer sanamente y hacer ejercicio pueden ser hábitos positivos a desarrollar.
Si actualmente tiene sobrepeso, debe enfocarse en llegar al peso más cercano al saludable que pueda. Esto incrementará sus posibilidades de quedar embarazada tanto naturalmente como, si llegara a ser necesario, luego de un tratamiento.
Entonces, antes de comenzar un tratamiento de reproducción asistida, sus metas de salud deberían ser:
Una vez que se ha comenzado con un tratamiento de fecundación In Vitro, si usted quiere seguir activa, puede continuar haciendo ejercicios, aunque es más recomendable bajar la intensidad y realizar actividades que no generen estrés o cansancio extremo, como ir a caminar.
El ejercicio vigoroso como correr o levantar pesas puede disminuir las posibilidades del embarazo, y además, aumenta los riesgos de una torsión ovárica, una rara pero seria condición en que los ovarios se giran.
Por otro lado, el ejercicio liviano y la actividad física regular ofrecen enormes beneficios durante el ciclo de FIV, ya que pueden contribuir a reducir el estrés y ayudan a las personas en todo sentido a sentir un mayor bienestar general. Las personas que hacen ejercicio tienden a dormir mejor y a tener vidas más saludables, ambos factores que pueden contribuir al éxito de un tratamiento.
No hay un porcentaje específico o una regla a seguir respecto de cuánto ejercicio es mucho y cuánto es necesario durante un tratamiento de reproducción asistida, pero el sentido común aquí debe estar ajustado. Si usted no puede mantener una conversación durante su caminata, probablemente, está yendo demasiado rápido. Por otro lado, si usted no se ha movido al menos media hora al día, probablemente, debería hacerlo. Su cuerpo le dirá cuándo necesita relajarse y cuándo puede beneficiarse de salir a dar un paseo al parque. Escuche a su cuerpo con atención y manténgase activa.
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