La mayoría de las personas ya sabe que tener sobrepeso puede dificultar el concebir, tanto de forma natural como mediante un tratamiento de reproducción asistida. Lo que no se sabía hasta hace pocos años es que las pacientes con un índice de masa corporal muy bajo también tienen menores probabilidades de concebir que las que tienen un índice normal.
El peso corporal es un aspecto importante de la salud en general, por lo que tiene sentido desde un primer momento que este impacte también a la fertilidad. En la clínica de fertilidad se realizan tratamientos de reproducción asistida a aquellas parejas que han experimentado dificultades intentando conseguir un embarazo de forma natural. Estos tratamientos son complejos y generalmente implican la fertilización de un óvulo con esperma en laboratorio, y su posterior implantación en el útero con esperanzas de lograr la concepción.
Frecuentemente, se utiliza este método, la FIV (fertilización in vitro) para asistir a parejas que tienen problemas de infertilidad tanto de parte de la mujer como del hombre. Los especialistas en la clínica de fertilidad, deben educar y ayudar a los pacientes a lograr óptimas chances para tener éxito en los tratamientos de reproducción asistida. Sin duda alguna, entre los factores que se enseñan a los pacientes, está la influencia del peso corporal en la efectividad de los tratamientos.
Lea para saber más acerca de cómo afecta el bajo peso en las probabilidades de conseguir un embarazo.
Es común oír que las pacientes con sobrepeso muchas veces tienen dificultades para concebir con la FIV pero, tener menos peso que el normal puede ser igualmente negativo.
Un estudio a pacientes de una clínica de fertilidad de Chicago ha demostrado que las mujeres con un porcentaje menor al normal en su índice de masa corporal (IMC entre 14 y 18) tenían menores posibilidades de concebir con la FIV que aquellas con un porcentaje considerado normal (entre 19 y 28).Basándonos en este estudio, tener sobrepeso es hasta preferible a tener un peso más bajo que el normal en términos de un tratamiento exitoso. Es decir que, una mujer con un IMC de 29% tiene más posibilidades de concebir que una mujer con un IMC de 13%.
Existen muchos factores por los que tener un índice de masa corporal muy bajo puede afectar en un tratamiento de reproducción asistida. A continuación, listaremos los 3 más comunes:
Muchas veces, tener un peso más bajo del normal incrementa los riesgos de anovulación. Esto quiere decir que el cuerpo no produce el tejido uterino que luego lleva a la menstruación en una forma regular o directamente, no se produce la menstruación.
Las mujeres que tienen menor peso del saludable, típicamente, producen menor cantidad de estrógenos, esta hormona es esencial para una exitosa ovulación y posterior embarazo.
El Consejo Europeo de Alimentación e Información encontró que las mujeres con un menor porcentaje de grasa corporal del normal tienen un 70% más de riesgos de perder un embarazo que las mujeres cuyo índice de masa corporal se encuentra en rangos saludables. Esto significa que, en el caso de lograr la concepción mediante un tratamiento de reproducción asistida, las mujeres con bajo peso tienen un mayor riesgo de no llegar a término con el embarazo.
Por supuesto que, existen muchos factores que pueden afectar a una paciente que busca un embarazo mediante un tratamiento de reproducción asistida y el peso es solo uno de ellos. El tipo de forma corporal también determina si una mujer tiene un bajo IMC pero, una ovulación saludable y niveles hormonales normales. Además, las mujeres con un bajo peso que no hacen ejercicios excesivamente no sufren los mismos efectos que las que lo hacen.
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