La obesidad es definida la acumulación excesiva de peso en el cuerpo. Para saber si una persona está en su peso correcto se obtiene el índice de masa corporal (IMC) – de la siguiente manera: el peso en kilogramos se divide por el cuadrado de la altura del individuo ( kg/m3). Cuando el resultado es igual o superior a 25 se lo considera sobrepeso; si es igual o superior a 30, es obesidad. La obesidad siempre ha sido considerada una enemiga de la fertilidad y, si bien no es una causa de infertilidad por sí misma, es un ingrediente que empeora los problemas de fertilidad que una pareja pueda tener.
En los últimos años la población mundial está sufriendo lo que se ha dado en llamar una epidemia de obesidad. Tal es así que la Organización Mundial de la Salud reveló en un informe que 2,6 millones al año mueren por causa de la obesidad y sus complicaciones. La diabetes, las cardiopatías y la presión arterial alta son algunos de los problemas más acuciantes que provoca el exceso de peso. Pensar que existen mil millones de adultos y cuarenta y dos millones de niños con obesidad alrededor del mundo nos muestra la gravedad de la situación.
Las consecuencias de esta enfermedad se extienden a todas las áreas de la vida de las personas. La salud reproductiva femenina es una de los aspectos más afectados por la obesidad. Las mujeres obesas sufren una mayor tasa de infertilidad que sus pares de la misma edad que tienen un peso normal. Las mujeres obesas suelen sufrir del Síndrome de Ovario Poli quístico (SOP) , que está asociado a una ovulación baja e irregular, con excesiva producción de andrógenos. La ovulación irregular complica las posibilidades de estas mujeres de ser madres, y el índice de niños nacidos de madres obesas es menor al de otras mujeres. Los estudios también muestran que cuando una mujer obesa acude a una clínica de reproducción asistida las posibilidades de éxito del tratamiento son menores a las de las demás mujeres. Esto sin mencionar que iniciar un embarazo con un importante exceso de peso puede generar hipertensión, arterial, diabetes y problemas cardiacos, entre otros.
Es un panorama muy poco alentador el que rodea a la mujer obesa; sin embargo, es posible para ella enfrentar su problema con la correcta guía médica y lograr una reducción de su peso corporal. Tan solo la pérdida de 10 kilos de peso incrementa las posibilidades de quedar embarazada cuando no existen otros problemas adjuntos. Los profesionales indican que la persona obesa no puede por sí misma alcanzar su meta de adelgazar si un entorno médico y psicológico no lo adiestra en el nuevo estilo de vida que le permitirá alcanzar su peso ideal.
La familia y los amigos también tienen una gran importancia para la readaptación de los hábitos de la paciente. Igualmente se recomienda un adelgazamiento por etapas para que el resultado sea permanente, y luego de un tiempo la mujer pueda someterse al tratamiento de reproducción asistida que necesite.
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