Cuando los problemas de salud requieren tratamientos que pueden terminar generando problemas de fertilidad, las mujeres que aún no han sido madres se preocupan y lo hacen con razón. Ciertas terapias pueden ocasionar lesiones en los órganos reproductivos femeninos o reducir considerablemente las posibilidades de concebir hijos sanos y de manera natural. Es aquí donde las últimas investigaciones científicas intervienen para dar cabida a una nueva esperanza a las pacientes que ven amenazada su maternidad por la intensidad de los tratamientos: congelamiento de ovarios.
Las pacientes que se someten a la quimioterapia son las que más riesgos corren de perder su capacidad reproductiva, pero también las mujeres que por muchas razones decidan postergar el momento de tener hijos pueden congelar sus ovarios. A diferencia de la técnica de congelamiento de embriones, que requieren de algún modo de la participación de la pareja, el congelamiento de ovarios sólo depende de la mujer y le brinda a la paciente la libertad de manejar con mayor soltura los tiempos en su vida. Muchas mujeres sufren por problemas de infertilidad que en realidad son debidos a la tardía decisión de quedar embarazada; de este modo, la mujer quedará socialmente más liberada para vivir su vida profesional y personal.
Aunque existe la posibilidad de congelar ovocitos y embriones, éstos tienen una capacidad más limitada de resultar exitosos en una futura utilización. Como contrapartida, el tejido ovárico extraído contiene miles de ovocitos, favoreciendo el éxito del futuro embarazo.
El procedimiento consiste en congelar tejido ovárico que pueda ser utilizado más tarde para tratamientos de fertilización in vitro o para autotransplante. Si se decide por la fertilización in Vitro, se procede a descongelar el ovario y a estimular la ovulación in vitro, para dar paso a la fertilización.
Lo más positivo de esta opción, según los expertos, es que la posibilidad de embarazos múltiples está muy reducida gracias al gran control que se ha obtenido sobre la técnica. Si la paciente prefiere un autotrasplante, la mujer podrá volver a ovular para conseguir el embarazo deseado, todo esto bajo las directivas del médico, quién llevará a cabo todo el soporte que la operación y posterior tratamiento necesiten. Sin embargo, hay un razón por la cual es preferible la maduración de los ovocitos in vitro, y no es una razón menor: al realizarse el trasplante, se pierde importante material orgánico. Por el contrario, al realizarse la estimulación de los ovarios in vitro, se conserva todo el material reproductivo de la madre y se tiene control sobre todo el proceso de ovulación.
El congelamiento de ovarios implica la extracción de un ovario por medio de laparoscopia (una técnica quirúrgica que asegura ser la menos invasiva de todas), para luego congelarlo en un tanque de Nitrógeno líquido, donde puede permanecer por tiempo indefinido. La técnica está disponible en algunos centros de salud reproductiva pero se juzga que para alcanzar mejores resultados será necesario esperar dos años como mínimo. Sin embargo, ya se realizan tratamientos in vitro o se autotrasplantan los ovarios conservados a la paciente.
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